Un cazador se nutre cuando abre sus sentidos para escuchar y probar cosas nuevas. Es el momento donde crece, evoluciona, aprendiendo de otros y, al mismo tiempo, enseñando lo que sabe a los entusiastas que comienzan a despertar su espíritu aventurero. En torno al fuego hará gala de los accesorios que hay en su caja de herramientas. Todo con el fin de sorprender a sus comensales, contándoles sus estrategias y el cómo consiguió lo que tiene para ofrecer. Puede que el común de las personas en un inicio no lo entienda, pero eso queda atrás una vez que logran saborear el resultado. Es ahí donde comienza una página con la historia de un nuevo cazador.